¿Lees entre líneas?

Me he evadido. No estoy aquí. No toco el suelo. Quisiera quedarme allá donde estoy. Muchas millas por encima de las nubes...

Pero no debemos olvidar jamás. Porque miro hacia atrás y veo tantas cosas maravillosas, pero también tantas dolorosas y decepcionantes. Tantas que aún siguen doliendo. 

Dicen que lo bueno supera al resto, y yo sólo estoy de acuerdo con eso a medias. Porque siempre fui una chica que aguanta pero no olvida. Que trata bien pero las putadas las lleva consigo. Alguien que hace que el presente no sea presente sino fruto del pasado y las experiencias vividas, tanto buenas como malas.

Estipulo que ya luché lo suficiente y que me toca descansar en sus brazos mientras sueñe que quizás algún día escuche esas palabras que pondrán fin a todo un proceso de latidos incontrolados e incontrolables. Y una lágrima pueda resumirlo todo. ¿Por qué no? Es el típico final de una preciosa película y comienzo de la mía.

Hoy en día nadie se fía de nadie. Yo ya no me fío ni del amor mismo.

Yo...

Me inspiro de mi vida para crear mis propias historias. Llámame Ania, pues soy esa chica pelirroja de ojos verdes que ama evadirse por puertas de cristal, que disfruta del silencio de una noche de luna llena y le grita a voces a las estrellas que cumpla sus deseos... Que hace que las miradas hablen y los besos susurren lo que las palabras no dicen...

Cuenta el cuento que nunca hay que dejar de perseguir sus deseos, pues puede que al fin y al cabo se cumplan. Cuenta que no vale lanzar términos en la noche, sin màs, y dejar que se difundan. Pero eso... eso es otra historia, y quien quiera leerla, sabe donde encontrarme...

Yo te hablo de los sueños que se hacen realidad, los verdaderos. Todos hemos tenido alguno que se ha cumplido, grande o pequeño.
Y si no, cuàntos de vosotros habéis desistido a uno de ellos? Cuàntos perdisteis la esperanza después de todo?
O cuantos de los vuestros se cumplieron en un abrir y cerrar de ojos, sin apenas haber luchado por ello?
Y es que nunca me cansaré de repetir que "Sin lo amargo lo dulce no es tan dulce". No es un simple dicho, es una filosofia de vida que aplicar dia a dia.
Porque quizàs nadie haya luchado años lo suficiente como para no creerse lo que le ocurre una vez que se realiza. Eso a lo que te dedicabas todas las noches y por cada momento de evasion, eso que te ocupaba la mente constantemente, no es un sueño hecho realidad, es un sueño aun mas increible del que pedirias que nadie te despertase jamàs. Todo adquiere un olor màs dulce que la miel. Un sabor que solo un beso de sus  labios podrian describir entonces...
Tipicas cosas que tienes que sentir para entenderlas...

Sonidos de acústicas.

Observa que la mejor escuela se llama Vida, las situaciones son tus lecciones, y tus actos tus exámenes. 

Pensábamos que nada cambiaría y en el fondo, fíjate, nada es tan estable como nosotros pensamos que es... Creemos que las personas no cambian, que simplemente son como las conocimos el primer día, pero sabemos explícitamente que son todo un mundo, que son igual de complejas que nosotros. Que tienen un corazón que siente, que les taladra la mente, que hace que, al igual que tú y yo, no durmamos por la noche pensando en esa persona. Y Ellos también cambian.

¿Por qué pensamos que no lo harían? Tenemos presente de que nosotros mismos lo hacemos. Y no somos tan diferentes de ellos como pensamos... 

Dejemos de crear sueños y esperanzas en arenas movedizas y placas propensas a terremotos, y construyámoslas en las nubes, donde el viento pueda llevárselos sin romperlos. Que algún día miremos y veamos que no están, y simplemente queramos volver a crearlos en vez de arreglar sus fisuras asiduamente.

"Podemos hacerlo Sheeni, esto es posible"

Me preguntabas y no conseguía contestarte. Quería decírtelo, las palabras retumbaban en mi cabeza, deseaban salir y dejar mi corazón algo más ligero. Pero haberte contestado hubiera implicado dejar paso a las lágrimas, y bien sabes que no me gusta llorar incluso estando a oscuras. No sabes cuántas cosas se me pasaron por la cabeza en una fracción de segundo, pero ¿de qué hubiera servido? ¿Acaso hubiera cambiado algo a todo esto?

Ambos sabemos que no, y por esa razón te quedaste callado indefinidamente, mientras yo intentaba disimular mi fragilidad frente a tus palabras.

Soy consciente de que era la ocasión perfecta y quizás irrepetible de poder contártelo todo, pero ya te lo dije, tú lo sabes. No necesitas que te diga nada más. Abre los ojos y verás más allá de lo que sólo quieres ver. Ahora deja que mi corazón descanse…

Mmmmm.

Siempre habrá momentos en los que perderé la cabeza, momentos que recuerdes como sueños borrosos y te preguntes al día siguiente si al fin y al cabo realmente ocurrieron. Impulsos. Ese dulce sentimiento de no poder controlar tu vida unas horas, de soltarte, dejarte llevar, gozar, disfrutar del momento y dejar las consecuencias para el día siguiente. Dosis de cariño. Sorprender y dejar que te sorprendan saca sonrisas, da escalofríos, calienta. Hay miradas que no mienten. Otras que lo dicen todo. Ver cómo la noche le deja sitio al amanecer y contemplar todo aquello desde un cuarto cualquiera. Querer dormir y que tu corazón no te deje. Suspiros y respiraciones. 

ARDOR.