Observa que la mejor escuela se llama Vida, las situaciones son tus lecciones, y tus actos tus exámenes.
Pensábamos que nada cambiaría y en el fondo, fíjate, nada es tan estable como nosotros pensamos que es... Creemos que las personas no cambian, que simplemente son como las conocimos el primer día, pero sabemos explícitamente que son todo un mundo, que son igual de complejas que nosotros. Que tienen un corazón que siente, que les taladra la mente, que hace que, al igual que tú y yo, no durmamos por la noche pensando en esa persona. Y Ellos también cambian.
¿Por qué pensamos que no lo harían? Tenemos presente de que nosotros mismos lo hacemos. Y no somos tan diferentes de ellos como pensamos...
Dejemos de crear sueños y esperanzas en arenas movedizas y placas propensas a terremotos, y construyámoslas en las nubes, donde el viento pueda llevárselos sin romperlos. Que algún día miremos y veamos que no están, y simplemente queramos volver a crearlos en vez de arreglar sus fisuras asiduamente.