Me preguntabas y no conseguía contestarte. Quería decírtelo, las palabras retumbaban en mi cabeza, deseaban salir y dejar mi corazón algo más ligero. Pero haberte contestado hubiera implicado dejar paso a las lágrimas, y bien sabes que no me gusta llorar incluso estando a oscuras. No sabes cuántas cosas se me pasaron por la cabeza en una fracción de segundo, pero ¿de qué hubiera servido? ¿Acaso hubiera cambiado algo a todo esto?
Ambos sabemos que no, y por esa razón te quedaste callado indefinidamente, mientras yo intentaba disimular mi fragilidad frente a tus palabras.
Soy consciente de que era la ocasión perfecta y quizás irrepetible de poder contártelo todo, pero ya te lo dije, tú lo sabes. No necesitas que te diga nada más. Abre los ojos y verás más allá de lo que sólo quieres ver. Ahora deja que mi corazón descanse…
"Podemos hacerlo Sheeni, esto es posible"
jueves, 6 de enero de 2011
xoxo, Evita Vilor en 14:10
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