Bueno, realmente no dijo "adiós", dijo "hablamos en un futuro".
No precisó si en un futuro corto o lejano, porque lo cierto es que no lo sabía ni ella. Quizás mañana ocurriera un terrible evento que le apartaría de él para siempre. Quizás tuviera que coger un avión hacia Paris por cierta razón, por casualidad conocería al chico de sus sueños, se enamorarían y tuviesen que ir a vivir a Nueva York, donde él tendría su principal residencia. Entonces la probabilidad de volver a verse pronto sería mínima.
Por el otro lado, quizás él -que recibió el mensaje de despedida durante la conversación-, hubiese recibido un recado importante proveniente de Nueva York diciendo que tiene un pariente desconocido allí y que le gustaría conocerle. En ese caso quizás nos cruzaríamos en la misma oficina de correos, o en mi propia casa, diciéndole por ejemplo que soy su prima segunda por parte de madre. La vida es una serie de innumerables coincidencias.
Y le dijo "adiós"..
lunes, 27 de diciembre de 2010
xoxo, Evita Vilor en 2:17
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