A veces me pregunto por qué soy tan débil. Podría ser la mayor de las cabronas con quien quisiera, una completa insensible capaz de aprovecharse de quien fuese, pero mis intentos de serlo contigo se reducen a un completo fracaso cuando mi mirada encuentra la tuya. Me bloqueas, me dejas sin palabras, pienso más que hablo cuando estás conmigo, y a veces pienso tanto que temo que escuches mis pensamientos.
Eres una bocanada de aire fresco tras días aguantando la respiración, pero la fuerza que me transmitías entonces se ha visto ocultada por falsedades, dilemas y decepciones que se encuentran frente al amor en la balanza de mis sentimientos. Estando sola encuentro mil razones para no pensar en tí, dejas de ser mi tesoro más preciado, porque no puedo fiarme más de tí. Escucho "te quiero"s que temo que sean falsos, leo "tequiero"s que quizás desvalorizan los míos... Y pude aguantar años así, pero me veo sobrepasada por todo eso.
Necesito saber que te tendré para siempre, pero no de esta forma. Me niego a tener un futuro plagado de cambios de estados de ánimo. Quiero alguien que pueda inundarme con su amor, y no necesite nunca más. Que me bese delante de todos, que me coja de la mano por la calle. Que sea la única que le susurre al oído y que las demás estén celosas por tenerle.
Que conseguirle sea un mérito y no algo alcanzable por ellas.
Hoy me pregunto si es amor lo que siento, y no lo que queda después de ello.
Mi bipolaridad no es más que fruto de lo vivido anteriormente. ¿Eso lo entiendes?
Al menos, espero que todo no sea como me lo han hecho ver, y que la próxima vez solo destaque la sensación de plenitud.
O me negaré a creer que el amor es el más perfecto de los sentimientos.
0 comentarios:
Publicar un comentario