Cómo hacer más lo que me hace feliz si al fin y al cabo acaba haciéndome daño.
Pensé no arrepentirme nunca, estaba segura de que todo valía la pena, absolutamente todo; cada palabra, cada abrazo, incluso cada palo pensé que finalmente me llevaría a aquello que de verdad me merecía. Y no lo hicieron... ¿Eso quiere decir que no me lo merecía? o que no se lo merecían más bien, por que, por muchas vueltas que le de, hoy no consigo echarme las culpas de nada, no consigo ver qué he hecho mal, por la simple razón de que fui perfecta para gente que no supo serlo.
Ahora lo pienso y la única conclusión a la que llego es que perdí mi tiempo. Me asqueé del amor más que nunca por quién no supo corresponderme. Pido perdón a aquel que de verdad me hubiera merecido, por no haber estado con él mientras, porque yo también, estuve ciega.
0 comentarios:
Publicar un comentario